Santiago de Cali, marzo 13 de 2019 -- XXlll Festival de
Música del Pacífico Petronio Alvarez.
El arrullo está
presente en cada momento de la vida de los niños y las madres de la región del Pacifico
colombiano, es por eso que con el lema “arrullos de selva, cantos de ciudad” el
XXIII Festival de Música del Pacífico ´Petronio Álvarez´, busca resaltar la
importancia de este género musical cantado para la cultura de la región
Pacífico y cómo la selva y sus ríos hacen parte fundamental de la vida de sus
habitantes.
La cultura
musical de la región Pacífico en Colombia es muy rica y diversa, y entre sus aires, una de
sus expresiones más populares
está el “arrullo”, una mezcla
de sincretismo religioso que se convierte en un fenómeno social que
sintetiza todo un sistema de vida.
El “Arrullo”, más que tratarse para las
comunidades negras de un género musical o
una experiencia sociofamiliar, se convierte en un motivo para que las
personas que participan de él se encuentren en una conexión mística, celebrando
la vida como el valor más importante de
la humanidad.
Este niño quiere de comer badea Que se trepe al palo y
tumbe la que quiera.
Este niño quiere que lo arrulle yo Que lo arrulle su madre
la que lo parió.
Urrurrú mi niño, urrurrú mi Dios Urrurrú mi niño, urrurrú
mi amor
Es por esta razón que
desde que los bebés están en el vientre, las madres del Pacífico colombiano
entonan cantos para ellos, arrullos o suaves murmullos que tienen el sello de
cada mamá, ninguna de estas tonadas se repite; pueden ser variaciones de un
mismo tema pero cada interpretación es única. Así, al nacer, los bebés son
recibidos con versiones de cantos inéditas.
La versión
2019 del Festival también busca resaltar la importancia de la selva y los ríos
para cada uno de los habitantes.
Los cantos y sonidos del Pacífico
recorrerán caminos, ríos y esteros para luego llegar a la ciudad, en donde Cali
los espera para vivir la mezcla de cultura más importante del país.
La selva para un habitante del
Pacífico es sinónimo de vida, en ella se cultiva y se extrae no solo el fruto
de sus vidas, sino las materias primas para fabricar instrumentos como marimbas,
bombos, cununos y guasás, base de la música que llega a la ciudad.
Los ríos son las únicas vías de
comunicación que tienen los 16 municipios de la zona costera del Pacífico
Colombiano: Juradó, Bahía Solano, Nuquí, Bajo Baudó y El Litoral de San Juan en
el Chocó, Buenaventura en el Valle del Cauca, López de Micay, Timbiquí y Guapí,
en el Cauca, Santa Bárbara, El Charco, La Tola, Olaya Herrera, Mosquera, Tumaco
y Francisco Pizarro, en Nariño.
Por esas autopistas fluviales,
los pobladores transitan en canaletes o portillos, únicos medios de trasporte
que forman parte de la vida cotidiana de las comunidades negras ribereñas.
Estos
elementos, compañeros inseparables del agua, tienen efectos y esencias de seres
queridos: la novia es la palanca, el canalete es el padrino. Además de ser
elementos de uso cotidiano forman parte de algunos usos y costumbres como el
cortejo entre los jóvenes, donde se dice que los canaletes roncan cuando
"río y canalete de garza entonan una música de amor":
Comadre
Juana María
que ya
ronca el canalete…
El Petronio quiere este
año, además de seguir preservando y divulgando la cultura del Pacífico
Colombiano, hacer un llamado al respeto por cada centímetro de ríos y selvas
que conforman la región, cada vez más afectada por la minería ilegal, la
deforestación y la contaminación de los más de 300 ríos que conforman la
vertiente Pacífico y los más de 83 mil kilómetros de selva y tierra, en los que
habitan cerca de un millón y medio de habitantes.
Mayores Informes:
Nilson
Romo Portilla
Comunicaciones
Festival Petronio Álvarez
Cel.
3103704488
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